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jueves, 12 de septiembre de 2013

Como se perdió la "razón" III

Los viajeros llevaban algunas noches acampando, amansando el corazón, refrescando la mente, y limpiando de una manera u otra el alma. Fue en la tercera o cuarta noche en la que Sanuaj se separó un poco del grupo, guíado por un impulso que no supo reconocer bien. Y así, con los pies y el espíritu desnudos se dirigió hacia un sitio donde pudiera estar «solo», notó que habían muchos, muchísimos cangrejos sobre la arena, titubeó por un instante, quiso regresar, para evitar un encuentro con las tenazas de los vigías de las arenas, pero notó también, que no le dañarían si se desprendía de sus prejuicios, sentía como pasaban por sobre sus pies sin hacerle más que caricias, eso le dejó absorto.
Luego de haber caminado sobre la playa durante unos 15 minutos, volvió su vista, no había nadie más por allí, estaba «solo» como él deseaba, andó unos cuantos metros, y recordó aquella frase que inundaba su pensamiento desde que emprendió aquel viaje:
«Pide sólo RESPUESTAS».
No podía entender que aquel querido guía transmitiera algo así, parecía poco, parecía muy absoluto y muy ramplón —pero ya entendería—. Y guíado por un impulso, se volteó en dirección a La Mar y al cielo, y con cierto tono de reclamo, dijo en voz alta:

«—¿Por qué sólo pedir respuestas?
»—parezco estúpido —pensó—, ¿a quien le hablo?

Hubo un silencio inquietante, prolongado —demasiado para ese momento—, luego agachó su cabeza y dio un paso, escuchó una voz fuerte —que no intimidante— entonces :

« —¿Que más podrías pedir?

Sanuaj guardó silencio y sacudió su cabeza, luego buscó la fuente de la voz, pero no había nadie, aún así sonaba fuerte, como amplificada, y una vez más escuchó:

« —¿Que más podrías pedir?

Al escuchar de nuevo la voz, se sintió más tranquilo, sin miedo ni prevención alguna, y decidió entablar conversación:

«—Amor, salud, dinero, tranquilidad, felicidad, vida... eso 

«—Déjame empezar por el dinero, lo menos importante. No me corresponde brindarte algo que tú y los tuyos —los humanos— han inventado, eso es asunto de ustedes...
»—Salud... La salud más importante, es la salud de tu mente y espíritu, y esa es una labor más tuya que mía, lo demás viene por añadidura...
»—Tranquilidad... Bueno, creo que ya entendiste eso con lo de la salud...
»—Vida... eres eterno, así los «hice» a todos, tienes VIDA eternamente...
»—Felicidad... espera, en seguida lo entenderás...
»—Amor... verás, «YO» soy AMOR, estoy dentro de tí y fuera de tí por doquier, no me pidas lo que ya te sobra, y si entiendes que dentro de tí está el AMOR, pronto tendrás lo que llamas "felicidad"...»

«—Y respuestas, ¿por qué sí?

«—No te faltarán dudas, y eso es bueno para tí, vas querer y necesitar respuestas, por eso, sólo pide respuestas, es lo más útil para tí y los tuyos, siempre voy a dártelas...
»—Pero atento, que no serán tan evidentes como ahora, ésta es una señal para tí, las próximas veces —que no serán pocas— esfuérzate un poco más, verás cuan divertido es...
»—¿Algo más?...»

«—No, o en realidad sí, muchas gracias, aunque no entiendo mucho de lo que dijiste, pero me siento agradecido, muchas gracias...»

«—No es nada, seguiré «aquí», ahora puedes estar más tranquilo, hasta luego...»

«—Hasta luego...»


Sanuaj sintió —y entendió— que había terminado esa conversación, y sintió como su corazón se hinchó, igual que su alma y su mente, estaba realmente tranquilo, miró por unos instantes más a La Mar y las estrellas, y regresó al campamento en silencio, sin comentar nada acerca de lo sucedido, sintió que el momento de hacerlo llegaría luego, y sucedió, pero esa es otra historia.
Y así Sanuaj, empezó a perder la "razón", como él lo entiende, a todos algún día nos sucede o nos sucederá.

Nota: Esta pequeña serie de entradas, es un guiño a querida Nata, que pidió algo de "locura" aquí...

Dudas, insultos, comentarios, sugerencias... bien recibidos en...

juanjah9@gmail.com

Hasta la próxima...

Parte I

Parte II 









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